
15 Mar Murió Carmen Beatriz ¿cuantxs más deben morir?
La muerte de Carmen Beatriz creo nos obligó a todxs a detenernos, levantar la cabeza y mirarnos como trabajadorxs, como seres humanos.
La muerte de Carmen Beatriz en la ruta, camino a su escuela, es un claro ejemplo de la degradación de nuestros trabajos y la resignación con que nos paramos frente a nuestra familia, nuestrxs colegas, nuestrxs alumnxs. Degradación de nuestras condiciones laborales que no comenzaron con este gobierno, sino con todos los gobiernos anteriores.
Degradación de nuestro salario, que mes a mes solo alcanza para la supervivencia del día a día, ejemplos como el de Carmen están en toda la Argentina, está también, en los que mueren en el frío de una montaña por falta de calefacción, en las rutas reclamando, calcinados por estallar una caldera, por COVID, por Dengue, por acoso o sobrecarga laboral…
Mientras las maestras y maestros arriesgan su vida todos los días, buscando mejorar su calidad de vida, los gobiernos, tanto nacional como provinciales aplican una política de ajuste a nuestros bolsillos, bolsillos que sostienen una escuela pública. Bolsillos de donde salen las tizas, el borrador, los lápices, el agua, la comida, el gas.
Hoy murió Carmen Beatriz, la pregunta siempre es cuantxs más deben morir para comenzar a exigir que ir a la escuela no sea un riesgo, un peligro, y que nuestro trabajo sirva para sostener nuestras necesidades, la de nuestra familia, la de nuestrxs hijxs.
Los Docentes no somos invisibles, recibimos a las familias todos los días y los despedimos al final de la jornada; toda la comunidad conoce nuestro trabajo y como trabajamos.
El problema de raíz y que explica todo lo que nos sucede como trabajadorxs, a lxs docentes, es la pobreza. Somos pobres obligados en muchas circunstancias a aceptar trabajos lejanos y/o en condiciones adversas, injustas y hasta peligrosas. Y luego de ello destinar parte de nuestro salario para cubrir necesidades y falencias de un estado provincial y nacional que se corre y nos expone como paredón entre los padres y ellxs nuestras autoridades. Somos lxs más golpeadxs y perjudicadxs, violentadxs y hasta desprestigiadxs.
Encima todo lo que sucede afuera impacta fuertemente en la escuela, porque allí estamos todxs. Y en ese universo las respuestas la debemos dar nosotrxs, lxs docentes. El cambio climático nos pega con lluvias tipo diluvio, con sequías, con calores extremos y sensación térmica de 45 grados, también negada por los gobiernos.
Lamentablemente la docencia sólo tímidamente gestiona mejora en las condiciones laborales, pues sabe que el patrón reacciona violentamente y volverá su enojo frente al que dice que algo no está bien.
Cuando padres y alumnxs recurren a publicaciones en las redes corre inmediatamente el rumor que serán sancionados. La pregunta es porqué debería censurarse un reclamo estudiantil en democracia. Porque el Director de la modalidad amenaza a Directivos si algo se publica, se comenta o se pone like.
Estamos viviendo tiempos violentos, desde el Presidente que amenaza a todxs y parece habilitar o legitimar que cualquier funcionarix te amenace que te va a sancionar o echar. Pero lxs malxs somos nosotrxs, la docencia. Obviamente les resulta incomprensible lo que se pide, pues ellxs están alejadxs de la realidad de las escuelas, donde chilla la panza del alumno y del docente, porque nada alcanza. No pueden comprender que la partida del comedor es insuficiente, y le exigen a ese docente que compre el bono, que ponga plata para arreglar los aires, y encima que no se queje. Que no se queje porque antes, porque antes no había ni ventilador, ni pantalla recuerdo de Caacupé dijo un Intendente mofándose de la docencia.
Y finalmente lo más triste es que casi con seguridad leeremos publicaciones o declaraciones con rostro de circunstancia tratando de sacar rédito, cual bichos carroñeros de esta triste noticia. Eso vale para quienes son parte del gobierno y/o de la oposición. Yo quiero decirles que no sirven las caretas, que sabemos que no les importa la educación; solo quieren ver oficialismo y oposición – repito – como nos disciplinan. O como les servimos para juntar simpatías o votos.
Apoyan la idea de declarar la educación como servicio, sostienen a funcionarios y directivos violentos, abusivos y con denuncias de corrupción; no se ocuparon juntos – ni oficialismo ni oposición – para garantizar los fondos nacionales a la educación, no se indignaron ni se ocuparon para mejorar el salario docente. A los hechos me remito. Como diría alguien por todxs conocido HECHOS NO PALABRAS.
*Prof. NILDA BEATRIZ PATIÑO*
Secretaria Gremial GDA.
DNI 16552023